Quizás ya sea retro, pero aquella película de los años 90 llamada Algo para recordar nos ha dejado un título muy recurrente, una frase utilizada en multitud de contextos. Pues bien, no vamos a ser menos y tomaremos esa expresión, aunque modificada, para describir la jornada de los equipos vallisoletanos en Primera Masculina: Domingo para no recordar.
Porque no podemos sacar nada positivo de un fin de semana nefasto, con pleno de derrotas en un amargo debut para los equipos pucelanos. El que más cerca lo tuvo fue Aldeamayor, que cayó en casa ante Soria (67-70), víctima, sobre todo, de tres minutos finales en los que no pudo anotar, circunstancia aprovechada por su rival para darle la vuelta al marcador y llevarse el triunfo. Liderados por Víctor Rivero y César Peláez, los de Felipe Cifuentes tuvieron momentos de muy buen baloncesto, especialmente antes y después del descanso. Pero no supieron conservar las rentas obtenidas y un buen parcial de Soria en el último cuarto, con mucho acierto desde el tiro libre, declinó la balanza del lado visitante.
La otra derrota ajustada fue la del Real Valladolid en casa ante Filipenses (53-61). El filial morado empezó bien pero se fue deshaciendo debido, sobre todo, a los fallos desde el tripl. Eso sí, el partido, muy trabado, estuvo marcado por un último cuarto en el que ni jugadores ni árbitros favorecieron el espectáculo: de los 29 puntos combinados entre los dos equipos, sólo 11 llegaron de canastas en juego; el resto llegaron desde el tiro libre (hasta 23 lanzamientos en total desde el 4,70 en ese período final). Café para muy cafeteros, que dicen por ahí. El colapso ofensivo de los últimos tres minutos, justo después de un triple de Guillermo Raposo que ponía a los de David Enciso por delante, condenó a un Real Valladolid que aún debe adaptarse a una categoría tan dura como esta.
Finalmente, La Flecha se encontró con un rival muy superior y cayó con justicia ante Reino de León (78-56). La agresividad y acierto del primer cuarto no tuvo su continuidad en el resto del partido y un tercer cuarto desastroso (sólo seis puntos anotados), disparó a los leoneses, que se fueron casi veinte arriba y finiquitaron el duelo por la vía rápida.