Nunca se pueden lanzar las campanas al vuelo antes de tiempo y bien lo saben los equipos vallisoletanos de Liga EBA, que vivieron una jornada negra, con dos derrotas en un fin de semana aciago para los nuestros. En primer lugar, la Universidad de Valladolid viajó a Ávila para medirse a un rival directo pero se trajo un serio correctivo (91-61) que llega en el peor momento, ya que tiene que recibir este fin de semana a Obradoiro. Por su parte, La Flecha pagó un lapsus tremendo en el tercer cuarto y no pudo lograr la victoria (65-68) pese a recuperar parte de la ventaja que había adquirido Marín tras el descanso. Ambos equipos ya están con el mismo balance que Culleredo, equipo que marca la barrera de los puestos de descenso.
Poco se puede decir de una jornada así porque, si bien se pudieron ver algunas luces, las sombras cubrieron casi la totalidad de los partidos de los nuestros. Sólo La Flecha tuvo opciones reales de victoria aunque el resultado es un poco engañoso, toda vez que Marín había asaltado el Polideportivo de La Vega en un tercer cuarto que dejó a los arroyanos en sólo 10 puntos. Hasta entonces, el partido había sido local, con una muy buena labor defensiva y la confirmación de que Edu Castaño se ha asentado en la élite de la liga. El talentoso exterior estuvo acompañado de David Paniagua y Pablo Martín, pero este tridente se encontró muy sólo, especialmente cuando Marín apretó tras el descanso y se necesitaba más aportación ofensiva del colectivo. Lo bueno para La Flecha, sin duda, la capacidad de sufrimiento para remontar un marcador que los gallegos protegieron a las mil maravillas (no obstante, son uno de los equipos punteros de la competición), aunque se quedaron en la orilla. El partido, muy poco vistoso para el espectador, se lo quedó finalmente el cuadro visitante.
Por su parte, la UVa llegaba a Ávila para desquitarse de su última derrota en casa pero, al contrario, sufrió un duro varapalo frente a su colega castellano y leonés. Al igual que La Flecha, el cuadro de Domingo Cano compitió en la primera mitad y se mantuvo en partido hasta el final del tercer período. Pero, con un acierto demasiado alta, Óbila puso tierra de por medio con un parcial de 34-13 en el último cuarto. Otra desconexión, y ya son varias, del equipo universitario que le impide competir un partido que, aun con el gancho, lo estaba luchando. En los últimos dos encuentros, la UVa tiene un diferencial de anotación de -49, algo preocupante y que no responde a las señas de identidad que siempre lo ha caracterizado.
Nunca se pueden lanzar las campanas al vuelo antes de tiempo y bien lo saben los equipos vallisoletanos de Liga EBA, que vivieron una jornada negra, con dos derrotas en un fin de semana aciago para los nuestros. En primer lugar, la Universidad de Valladolid viajó a Ávila para medirse a un rival directo pero se trajo un serio correctivo (91-61) que llega en el peor momento, ya que tiene que recibir este fin de semana a Obradoiro. Por su parte, La Flecha pagó un lapsus tremendo en el tercer cuarto y no pudo lograr la victoria (65-68) pese a recuperar parte de la ventaja que había adquirido Marín tras el descanso. Ambos equipos ya están con el mismo balance que Culleredo, equipo que marca la barrera de los puestos de descenso.
Poco se puede decir de una jornada así porque, si bien se pudieron ver algunas luces, las sombras cubrieron casi la totalidad de los partidos de los nuestros. Sólo La Flecha tuvo opciones reales de victoria aunque el resultado es un poco engañoso, toda vez que Marín había asaltado el Polideportivo de La Vega en un tercer cuarto que dejó a los arroyanos en sólo 10 puntos. Hasta entonces, el partido había sido local, con una muy buena labor defensiva y la confirmación de que Edu Castaño se ha asentado en la élite de la liga. El talentoso exterior estuvo acompañado de David Paniagua y Pablo Martín, pero este tridente se encontró muy sólo, especialmente cuando Marín apretó tras el descanso y se necesitaba más aportación ofensiva del colectivo. Lo bueno para La Flecha, sin duda, la capacidad de sufrimiento para remontar un marcador que los gallegos protegieron a las mil maravillas (no obstante, son uno de los equipos punteros de la competición), aunque se quedaron en la orilla. El partido, muy poco vistoso para el espectador, se lo quedó finalmente el cuadro visitante.
Por su parte, la UVa llegaba a Ávila para desquitarse de su última derrota en casa pero, al contrario, sufrió un duro varapalo frente a su colega castellano y leonés. Al igual que La Flecha, el cuadro de Domingo Cano compitió en la primera mitad y se mantuvo en partido hasta el final del tercer período. Pero, con un acierto demasiado alta, Óbila puso tierra de por medio con un parcial de 34-13 en el último cuarto. Otra desconexión, y ya son varias, del equipo universitario que le impide competir un partido que, aun con el gancho, lo estaba luchando. En los últimos dos encuentros, la UVa tiene un diferencial de anotación de -49, algo preocupante y que no responde a las señas de identidad que siempre lo ha caracterizado.