Estamos ante el mejor proyecto de jugador desde Miguel González, incluso más. Sergio de Larrea Asenjo nació en Valladolid el 4 de diciembre de 2005 y, desde muy pronto, demostró que esto del baloncesto se le iba a dar especialmente bien. Es el chico maravilla, aquel por el que todos suspiran pero que continúa jugando en su colegio, en San Agustín.
Hijo de jugadores de baloncesto, Sergio comenzó su andadura baloncestística a los 4 años, en uno de los equipos premini que San Agustín tiene como paso previo a la categoría benjamín. Nuestro protagonista echa la vista atrás para rememorar cómo le entró el gusanillo del basket: “Mis padres me inculcaron desde pequeño este deporte. Un día fui a ver un partido del Blancos de Rueda y me dijeron que probara, a ver qué tal. Recuerdo mi primer partido, contra La Salle de un año más, me salió todo bien y me gustó mucho”, explica el joven Sergio.
Su padre, Jorge, relata que nunca tuvieron expectativas previas cuando el pequeño empezó a jugar, y admite que “es verdad que progresaba deprisa pero no le vimos destacar hasta su año alevín, cuando comienza a ir con la selección de Castilla y León”. En esa época, en categoría benjamín, se empieza a formar un grupo de jugadores que, posteriormente, daría muchas alegrías a su colegio. José Antonio Paunero, Pipo, responsable de deportes del centro, explica que “poco a poco los chicos iban avanzando, participábamos en los Fanatic y veíamos que hacían las cosas bien. Ganábamos y perdíamos pero el proceso de mejora estaba ahí”.
El chico maravilla de San Agustín aún no era tal, pero comenzaba a destacar en diversos escenarios. Con un año menos es convocado por la selección de Valladolid y, de ahí, al Campeonato de España Mini siendo alevín de segundo año. Es en ese momento cuando recibe la atención de varias canteras de equipos punteros en ACB pero los padres lo tuvieron muy claro desde el principio: “No hubo nada que decidir, el grupo continuaba y San Agustín nos daba la posibilidad de competir en categoría autonómica con un grupo competitivo, con lo que no veíamos ningún motivo para no seguir en el colegio”, afirma su padre. Este punto fue clave, ya que desde el centro educativo se apostó por dar salida a una plantilla que había demostrado que podía hacer cosas interesantes en Castilla y León. Paunero reconoce que “se hizo el esfuerzo porque son chicos que hicieron muy buen papel y queríamos salir en autonómico para seguir progresando”.
Con el futuro cercano clarificado, en el verano de 2017 se produce la llamada de la selección española para que Sergio de Larrea forme parte de un grupo de jugadores de su categoría con el objetivo de que la FEB pueda verlos en directo, la llamada Operación Talento. El primero en saberlo es José Antonio Paunero como máximo responsable del club de San Agustín: “Fue una sorpresa muy agradable, nos hizo muchísima ilusión”, explica. Éste se puso en contacto con el padre de Sergio, quien admite que “fue un impacto grande. Nosotros hemos jugado al baloncesto y le veíamos con habilidad, pero nunca esperas que pueda llegar a la selección”. Lo más curioso de este caso es que Sergio se enteró durante la celebración de un campus de la Federación de Castilla y León en Portugal: “El último día, con todos reunidos, nos dicen que alguien ha sido convocado con la española y, cuando dijeron mi nombre, no sabía donde meterme. Todos me daban la enhorabuena, fue un momento muy chulo”, comenta el jugador, quien no duda a la hora de definir cómo estaba en esa primera concentración: “Como un flan”.
Tras ese agitado y emocionante verano, se da el pistoletazo a de salida a una temporada importante para el colegio San Agustín, ya que inicia su andadura en categoría autonómica. Paunero comenta que ese primer año se fueron dando cuenta del potencial del equipo porque “jugábamos contra gente de un año más y competíamos en casi todos los partidos”. El propio Sergio cuenta que “al principio fue difícil adaptarnos a un campo y a unas canastas más grandes. Además, éramos los más pequeños y la gente de segundo año más era más fuerte”. Pero esa generación iba a tener un recorrido en la categoría infantil tan exitoso como sorprendente ya que, en la segunda temporada, ascendieron a primera y se ganaron el derecho de disputar la fase final por el título de Castilla y León que se celebró en la pista del Frontón de Pisuerga. Allí, el San Agustín, tras ganar al CBC Valladolid, cayó en la segunda jornada frente a Colegio Leonés. Todo indicaba que éstos se iban a alzar con el título, pero una carambola de resultados y un partidazo frente a CB Palencia hizo que los colegiales se llevaran el campeonato autonómico a casa y el billete para participar en el Campeonato de España.
Y es en este torneo donde Sergio ya se pone en el foco de todas las canteras nacionales. El primer partido se salda con una victoria ante Benidorm que, a la postre, daría a San Agustín la clasificación para octavos de final. En ese encuentro, Sergio suma 29 puntos y 26 rebotes para 43 de valoración, a lo que añadió, un día después, otra actuación memorable en la derrota frente a Zaragoza con 18 puntos y 14 rebotes, llegando a 41 unidades de valoración. El tercer choque del grupo, frente al Real Madrid, fue un trámite para los blancos. Pero la machada estaba conseguida y el San Agustín estaba en octavos de final del campeonato de España. Y el nombre de Sergio de Larrea circulaba ya por las agendas de todos los equipos punteros del país en tinta imborrable.
El choque de octavos, contra Murcia, fue muy emocionante y Sergio, con un marcaje especial, no fue el de sus mejores días. Aún así, los pucelanos a punto estuvieron de dar la sorpresa. Nuestro protagonista recuerda ese último choque: “Estaba todo el colegio viéndonos por internet y, aunque perdimos, nos fuimos con una sonrisa en la cara”, algo que comparte Jose Antonio Paunero, quien afirma que “lo hicieron muy bien en el campeonato y todos nos sentimos muy orgullosos de ellos por el gran papel que desempeñaron”.
El inicio de la temporada 19/20 fue especialmente intenso. Desde el verano hasta después de Navidad, la vida deportiva de Sergio de Larrea tuvo mucha tela que cortar. En primer lugar, el cambio a categoría cadete podía llevar consigo un cambio de equipo. En los mentideros baloncestísticos se hablaba con insistencia de que este era el año en que el CBC Valladolid iba a conseguir, por fin, la incorporación del chico maravilla de la ciudad. Así lo explica Jorge, el padre de Sergio: “El paso a cadetes de primer año es el verdadero punto de inflexión. Teníamos la posibilidad de ir a jugar a otros clubes, de ir al CBC, que nos había ofrecido participar en el equipo. Al final pensamos que el equipo era lo suficientemente competitivo y no veíamos ninguna ventaja en cambiar mientras consiguiéramos mantener al grupo del colegio unido. La tarea fue intentar que el equipo fuera sólido y tuviera continuidad”, cosa que no pudo suceder debido a la marcha de dos jugadores al ya mencionado CBC Valladolid.
A la pregunta de si el club pucelano ha hecho todo lo posible porque Sergio recalara en Pisuerga, Jorge de Larrea lo explica así: “¿Qué ventaja puede tener ir en esta categoría al CBC? ¿Tengo mejores entrenadores, mejores instalaciones, puedo jugar torneos fuera? Todo eso lo hemos tenido y no hemos sentido la necesidad de ir al CBC. Tengo muy buena relación con Feñe y lo único que pedí es que se hiciera un proyecto, no sólo con Sergio, sino con cuatro o cinco jugadores tan buenos como él para hacer un equipo competitivo. No salió adelante y no pasa nada. Cada uno ha seguido su camino y nos hemos emplazado para más adelante. Para nosotros, egoístamente, estar en el colegio te da posibilidad de elegir libremente. Estando en un club es un poco más complicado. Cuando se planteó el proyecto era bonito, nos parecía algo lo suficientemente interesante como para seguir ahí. Y así fue. Nos parecía pronto abandonar el colegio, quería jugar con sus amigos… había muchas cosas a favor”, sentencia.
A este respecto, el director de cantera del ahora renombrado Real Valladolid Baloncesto, David Enciso, ha querido explicar que “Sergio es jugador de otro club. Está claro que es el que mejor proyección tiene en la cantera de Valladolid, pero no es jugador nuestro”. Sobre si han hablado o tenido contactos con la familia para poder incorporarle, Enciso se muestra prudente y responsable: “Valladolid es una ciudad pequeña y todos nos encontramos y no hay nada que esconder. Es un jugador interesante para cualquier club de España. Un jugadorazo de su nivel podría jugar en cualquier equipo”.
Una vez pasado el momento de decidir dónde jugar, Sergio arranca una nueva temporada en San Agustín, con el condicionante de partir de la segunda división, aunque el objetivo seguía siendo el mismo: ascender y ver cómo se iban desarrollando los acontecimientos. Pero llega diciembre y, con ese mes, la preparación de los Campeonatos de España de Selecciones Autonómicas. Una convocatoria con la selección española y un infortunio en forma de lesión provocaron su ausencia en la cita de Huelva. En palabras de su padre, “se empeñaron en hacerle jugar por dentro y ahí se desaprovecha el talento de un jugador que construye, anota, etc. Y no contaron mucho con él. Pero bueno, son decisiones que toman los entrenadores, que tienen que salvar la posición para no descender y poco más se puede decir sobre ello”.
Hemos querido saber la postura de la Federación de Baloncesto de Castilla y León sobre este aspecto y Nacho Coque, director deportivo en esa época, ha comentado que “en el Torneo de Íscar no pudo estar porque tenía concentración con la selección española y, en la siguiente, al poco de empezar a jugar, sufre una caída y tiene una lesión por la que debía tener reposo unos días. El equipo técnico le dio muchas vueltas y se decidió que fuera uno de segundo año pensando que todos los que van a la selección son importantes y se lo merecen. La situación nos planteaba un dilema, que era quitar a un jugador que tú has visto en las dos últimas concentraciones previas al Campeonato de España por alguien que, por circunstancias, no pudo estar”.
Coque, además, ha querido resaltar la importancia de nuestro protagonista, el chico maravilla de su generación: “¿Que Sergio es un grandísimo jugador? Sí, sin lugar a dudas. Puede ser un jugador referente en el baloncesto, pero nosotros, como Área Técnica, apostamos por llevar a los doce que creíamos que nos iban a dar un mejor rendimiento en ese preciso momento. Sin duda, elegir es acertar para unos y equivocarse para otros. Reitero que todo apunta a que llegará a ser un jugador extraordinario y espero que lo pueda demostrar en el próximo Campeonato de Selecciones Autonómicas, cuando se pueda celebrar. Me alegraría enormemente porque se lo merece. Salvo en esa circunstancia desfavorable, el Área Técnica siempre lo ha propuesto y apoyado en todas nuestras actividades y en las que organiza la FEB. Es un orgullo que salgan buenos jugadores y jugadoras de nuestros equipos de formación”, comenta el ya ex-director técnico de la FBCyL.
Con el paso de la Navidad, y viendo a Sergio realizar demostraciones espectaculares, como a del torneo de San Sebastián ese invierno, donde fue elegido MVP, el objetivo de su equipo era subir a Primera, como habíamos dicho. Lo consiguieron al imponerse a Óbila y, cuando llegó el parón por el COVID, tuvieron que frenar en seco lo que parecía una gran temporada. Esta situación, con la comunidad cerrada y sin competición en el primer trimestre, ha hecho que el futuro de Sergio se vea como una incógnita. Si bien parece que el inicio confirmado de la liga el 24 de enero clarifica un poco la situación, no es ningún secreto que nuestro joven protagonista ha recibido propuestas de muchos equipos para irse con ellos esta misma campaña: “Hemos tenido contacto con tres o cuatro clubes interesado en él. Es verdad que ha podido participar en un campeonato con Valencia el año pasado, en el Campeonato de la Leucemia. También habíamos tenido el ofrecimiento de Estudiantes para el mismo torneo y tuvimos que elegir. A todos los que nos preguntan les decimos el mismo argumento: no tenemos nada decidido. Va a llegar el momento, sí. Tenemos que encontrar el sitio donde pueda jugar al baloncesto y no desvincularse de los estudios. Valladolid está dentro de las posibilidades, ya que queremos que estudie el bachillerato en su colegio”, explica Jorge de Larrea.

Valencia es una de las plazas que tienen a Sergio en el radar de forma más intensa. Con el vallisoletano Chechu Mulero a la cabeza, los taronja han contado con el jugador en diversas ocasiones. La última, en el reciente Adidas Next Generation disputado en L´Alquería. El propio Mulero ha sido tajante al preguntarle por el futuro de Sergio y su posible relación con Valencia Basket: “Sergio está en Valladolid y va a continuar en Valladolid, no hay la menor duda”.
Con estas palabras nos queremos quedar. Porque Sergio de Larrea, el chico maravilla del baloncesto vallisoletano, uno de los mejores proyectos salidos de nuestras canchas en los últimos años y que sigue siendo un habitual en la selección española, parece que va a seguir en su colegio, en el San Agustín, al menos esta campaña. Y ojalá que alguna más. Porque tener a los mejores en cantera asegura un futuro en la élite. Y porque la afición se siente muy orgullosa de que jugadores de la casa, como Sergio de la Fuente, Nacho Martín o Dani Astilleros vistan la camiseta del equipo de su ciudad. Ojalá que el próximo sea el chico maravilla, Sergio de Larrea, el de San Agustín.