El Fundación Aliados reina en Castilla y León. El equipo de José Antonio de Castro se ciñó en el José Luis Talamillo la corona que se ha forjado con la experiencia en la División de Honor del baloncesto adaptado y gobernó con guante de hierro el derbi autonómico que le enfrentaba al Burgos.
El equipo pucelano salió frio al parqué burgalés y se encontró con un rival entonado que le entregó una tarjeta de presentación de 5-0. Cuando la tuvo en sus manos, el Fundación Aliados la hizo pedazos. Ruggeri, Hadiazhar y Van Brunschot cogieron velocidad de crucero y en pocos minutos el marcador pasó de alumbrar un 8-6 a un 8-16 que obligó a Rodrigo Escudero a recurrir al primer tiempo muerto del partido para aclarar ideas en el juego de sus pupilos.
El Fundación Aliados maniató durante la primera mitad al mejor anotador de la competición, Mateusz Filipski, y con una defensa adelantada ahogó en ataque a los burgaleses, que no encontraban más caminos a la canasta que los ofrecidos por el polaco. La sólida e intensa retaguardia vallisoletana permitió a los de De Castro llegar al final del primer cuarto con una renta de seis puntos en su bolsillo. La dinámica continuó en el segundo de los cuatro asaltos con una defensa presionante por parte del equipo morado, que fue agrandando la grieta hasta el 20-43 con el que se llegó al descanso.
La renta daba tranquilidad para la segunda mitad del camino del Fundación Aliados, que se encontró con un rival que no bajó los brazos pese a la gravedad de la herida. Filipski se cargó el equipo a las espaldas y el Burgos subió un grado su intensidad defensiva. El equipo de Escudero decidió remar para recortar la renta se su rival y las sensaciones locales fueron otras. Ganó presencia en la pintura y acierto en el lanzamiento para conseguir una tendencia de 8-0 que cortó el argentino Ruggeri justo cuando el crono avisaba del final del tercer cuarto (43-57).
El tiempo corría en contra de los intereses locales que, pese a equilibrar fuerzas con su rival, llegaba tarde para devolver el partido a sus constantes vitales; en parte porque el Fundación Aliados continuaba intenso presionando en toda la pista y en parte porque en sus filas cuenta con un Omid Hadiazhar empeñado en convertirse en el MVP pucelano.
La marea llevó al partido a un 61-75 final a favor de un BSR Valladolid que continúa instalado en los puestos nobles de la clasificación y que hizo gala en el José Luis Talamillo de una variedad de recursos ofensivos y defensivos capaz de agotar a un Burgos que pagó el esfuerzo realizado durante una semana en la que, además de disputar su jornada, ha recuperado en cuatro días dos de los exámenes aplazados por el Covid. El Fundación Aliados reina en Castilla y León y sigue mirando de cerca la cabeza de la tabla.