La visita al Juan de la Cierva getafense deparaba un festín anotador y así fue, ya que el Fundación Aliados se dio un homenaje en tierras madrileñas a costa de un rival que suma sus partidos por derrotas. El conjunto vallisoletano ha comenzado la segunda vuelta con la soltura de un bailarín de claqué. Los chicos de José Antonio de Castro se vistieron con el frac de Fred Ataire ante la mirada atónita del Getafe. Lo hizo sin servir sobre la pista sus mejores pasos: Hadiazhar y Adrián Pérez, al que el técnico pucelano, previsor, decidió reservar para citas más exigentes.
Pocos peros se le puede poner al partido de un Fundación Aliados que rozó la centena de puntos en el marcador. Con 21-96 se apagó el luminoso del feudo del Getafe; una sangría que empezó a brotar a borbotones desde el primer minuto. Las opciones de sorpresa se redujeron a residuales ya en el primer cuarto. El 4-28 evidenciaba un desajuste notable entre un lado y otro de la balanza.
Sólo Lalanda y Lucía Soria eran capaces de encontrar algún hueco en la sólida defensa vallisoletana, bien plantada y concentrada pese a la comodidad con la que se pintaba el choque. No estaba Omid, tampoco Adrián Pérez, ultimando su recuperación. En Getafe no pesó su ausencia, más cuando Jelmer Van Brunschot se convirtió en un titán que gobernaba la pintura con mano de hierro. El joven jugador holandés sumó él sólo más puntos que todo el Getafe (33) y atrapó 15 rebotes. Palabras mayores. También brilló en los números el iraní Vahid, que empieza a dar muestras de su rodaje en el Fundación Aliados.
El festín pucelano comenzó pronto y continuó durante otros tres platos. 6-20 cuando se sirvió el segundo. Un colchón lo suficientemente cómodo para permitir que otros jugadores acumularan más horas de vuelo. Es el caso de Álvaro López y Óscar Domínguez, que exprimieron una semana más los minutos que les brindó su entrenador. Media docena de puntos sumó el primero y siete el segundo a la causa pucelana.
La deriva llevó al choque del Juan de la Cierva hasta el 21-96 final. Un festín de digestión ligera que el Fundación Aliados no tendrá demasiado tiempo de saborear. La próxima semana aguarda un derbi autonómico, un duelo contra el Servigest Burgos con el que el conjunto pucelano quiere certificar su buen arranque en la segunda vuelta y anclar el gancho de seguridad en la zona alta de la tabla.