Los grandes equipos son aquellos que, cuando atraviesan un bache, saben sobreponerse. Ese particular bajón puede extenderse a lo largo del tiempo o puede darse dentro de un mismo partido, como le ha sucedido al Real Valladolid Baloncesto en la mañana del domingo. Y es que, excepto en gran parte del tercer cuarto, el cuadro de Hugo López estuvo espeso, incómodo en la pista aunque, eso sí, excelso en defensa. El encuentro ante Cáceres ha demostrado con creces que el líder sabe cómo ganar partidos.
El inicio fue, digamos, difícil de digerir. Muchos fallos por parte de ambos equipos, poco ritmo y defensas resultonas más por los fallos rivales que por aciertos propios. Las primeras ventajas fueron extremeñas pero una canasta de Smits le dio la primera renta al cuadro local, a lo que respondió el conjunto verde con un parcial de 0-7 que volteó el electrónico. Lo más destacado del primer período fue la buena actuación de Matej Kavas, que jugó todo en este período y sumó cinco tantos, incluído un triple.
El partido siguió con mucha igualdad. Pero igualdad por lo bajo, ya que las defensas, ahora sí, se imponían claramente a los ataques y sólo pequeños fogonazos de hombres como Timmer en el lado local y Marcius en el visitante aportaban algo de vistosidad al encuentro. Hugo López movió el banquillo y amplió la rotación, dando minutos a Mason, Gantt y Astilleros, que respondieron con puntos y defensa a la confianza del técnico. El acierto siguió ausente e incluso los tiros libres, con poco volumen, eso sí, seguían con porcentajes muy bajos para los mroados. Al descanso, al menos, se llegaba con una renta asumible (29-34) y remontable.
La segunda parte arrancó con un tornado en Pisuerga ya que, en apenas cinco minutos, el Real Valladolid pasó de una desventaja de cinco puntos a una renta positiva de once (51-40). Ese parcial de 22-6 favorable a los de Hugo López fue, a la postre, decisivo para el devenir del encuentro. En esos minutos Timmer anotó y asistió, Nacho hizo de todo y Van Zegeren remató. Por parte de Cáceres, apenas destellos de Devin Schmidt y Schaftenaar pero muy erráticos, especialmente desde el triple, lo que provocó un tiempo muerto de Roberto Blanco para intentar «espabilar» a los suyos. Así y todo, los extremeños se pusieron las pilas para bajar la renta de la decena y llegar al último período con todo por decidir (54-47).
Con la consigna bien aprendida y con Pantzar ofreciendo grandes detalles, los pucelanos fueron sumando puntos a cuentagotas mientras que, conforme pasaban los minutos, los cacereños no veían como no conseguían ponerse por delante. Y eso que hicieron todo lo humanamente posible pese a abusar de los lanzamientos exteriores. Ferrán Ventura hizo acto de presencia y, extraordinariamente acompañado por Schmidt, más la vuelta a la dirección de Cárdenas, puso en aprietos a las huestes de Hugo López. De hecho, se pusieron a un punto (64-63) a falta de tres minutos.
Pero el líder sabe cómo ganar partidos y controló el partido hasta tal punto que hubo casi dos minutos sin anotación de ninguno de los dos equipos. Los tiros libres, esta vez sí, pudieron dar tranquilidad a los vallisoletanos para confirmar la cuarta victoria de la temporada. Timmer volvió a ser el máximo anotador del equipo, con 13 puntos, mientras que Pantzar fue el más valorado con 16 unidades.
FICHA TÉCNICA:
73 – Clínica Sur-Aspasia Real Valladolid Baloncesto: Timmer (13), Paasoja (0), Kavas (10), Martín (11), Van Zegeren (11) – quinteto inicial – Gantt (3), Astilleros (1), Pantzar (12), De La Fuente (2), Smits (2), Mason (8).
67 – Cáceres Patrimonio de la Humanidad: Sanz (8), Del Águila (0), Berg (4), Xavier (3), Marcius (13) – quinteto inicial – Schmidt (15), Cárdenas (2), Schaftenaar (8), Usó (-), Ventura (12), Etxeguren (2).
Parciales: 13-18, 16-16, 25-13, 19-20
Árbitros: Albacete, Carpallo y García. Sin eliminados.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada cinco de la Liga LEB Oro disputado en el Polideportivo Pisuerga a puerta cerrada.