No hay nadie en Valladolid que no sepa quien es Nacho Coque. Su dedicación al mundo del baloncesto viene de lejos, de mediados de los años 90, pero ha sido su presencia en la selección española absoluta lo que le ha dado la notoriedad que merece alguien de su talento y trayectoria. Ganador de múltiples medallas en campeonatos internacionales desde 2005, las últimas temporadas las ha dedicado a trabajar como director deportivo de la Federación de Castilla y León, cargo que abandonó hace algo más de un año. En esta entrevista a Nacho Coque conocemos las interioridades de su puesto en la FBCyL, hablamos de la selección española y de sus futuros proyectos.
Baloncesto Valladolid: Ya ha pasado un tiempo prudencial y seguro que ha hecho un balance reposado de su trayectoria como director deportivo.
Nacho Coque: Si, es cierto. Ocho años dan para mucho y hemos intentado cumplir con algunos de los objetivos que nos marcamos desde el principio. Uno de ellos fue promocionar y potenciar el minibasket. Para ello, nos sacamos de la chistera una competición de carácter transversal, flexible en cuanto a la admisión de equipos, y que uniese a todas las provincias, con una visión casi olímpica de la categoría del minibasket. Eso es el Fanatic y, a la larga, ha sido un éxito en cuanto a participación y todos los consumidores así lo han mostrado. En ese aspecto estamos muy satisfechos.
BV: Seguro que hay mucha gente que se pregunta qué labor desempeña un director deportivo en una federación.
NC: Pues, sobre todo, aquello relacionado con las selecciones autonómicas. Un director deportivo tiene que buscar que haya un equilibrio en los equipos y mantener el carácter y el espíritu que siempre ha transmitido esta comunidad en los Campeonatos de España.
Hemos tenido muchas medallas, sobre todo en femenino. En masculino es más complicado porque nos encontramos con muchas comunidades con cantera ACB y que han traído gente de fuera. No hemos podido aprovechar el tirón que empieza a tener Burgos pero hemos hecho un gran trabajo con equipos técnicos muy buenos. Creo que se ha competido y la planificación de los campeonatos era adecuada, pero en ocasiones los resultados no han acompañado, eso es cierto.
BV: Todo lo conseguido tiene mérito pero ganar una medalla de oro en un Campeonato de España en Valladolid, en Castilla y León, tiene que ser muy especial, ¿no?
NC: Yo estuve en el oro del infantil femenino de Cádiz y el cadete que se celebra en Valladolid, que es al que tú te refieres. Pero sí, eso que dices forma parte de momentos que no se olvidan nunca. Más allá de eso, te quedas con el espíritu de los chicos y chicas y las ganas que traen a la selección. Evidentemente hace mucha ilusión ser campeón de España pero hay que ver y valorar el trabajo que hay detrás.
BV: ¿Cuál es el proceso para formar una lista de cara al Campeonato de España? Nos referimos a esa labor en condiciones normales ya que el último año todo se ha visto alterado, evidentemente.
NC: En junio hay una lista de 20 ó 22 jugadores que se va reduciendo conforme se acerca el campeonato (enero para infantil y cadete y Semana Santa para el mini). Y, desde que acaba, hasta la lista de junio, los entrenadores están venido a esos jugadores que pueden ser seleccionados y que nos pueden dar un perfil de lo que podemos tener como generación.
BV: ¿La decisión de elegir a unos u otros jugadores cómo se toma?
NC: El cuerpo técnico de ese equipo es quien más conoce a la generación correspondiente porque ellos son los que los ven cada semana. Evidentemente hay personal de la Federación que ve muchos partidos y yo, particularmente, conozco muy bien a todos porque la gran mayoría han estado con nosotros desde mini. Y la comunidad no es tan grande como para que se te puedan escapar jugadores o jugadoras. Una vez que se hace la primera propuesta se va dando forma a la lista con el perfil de los seleccionados. También se tiene en cuenta a los clubes porque ellos y las delegaciones provinciales te pueden aconsejar a gente que igual no teníamos apuntados pero que están destacando. En definitiva, es una red de contacto que colabora con la Federación y aporta toda esa información que luego es filtrada por mí.
BV: ¿Ha habido momentos de apuesta de un entrenador o de la propia Federación que no casaba con la de la otra parte? Es decir, ¿nombres de jugadores que vosotros o el cuerpo técnico no tenía en la lista?
NC: No, eso no ha pasado. Yo, que también fui seleccionador, entiendo que nadie quiere tener un equipo que no sea el mejor posible. Cuando a mi me proponen una lista entiendo que es la que el entrenador considera que es la que más posibilidades tiene. Luego que, entre el diez, el once o el doce puede haber alguna duda, seguro, ya que cada uno tiene su forma de lo que quiere para su equipo. Es evidente que hay opiniones y no siempre se está al 100% de acuerdo pero, tras tantos meses de trabajo, los que mejor conocen a los equipos son los entrenadores y nosotros respetamos muchísimo sus decisiones. Uno de mis dogmas es respetar enormemente las decisiones de cada cuerpo técnico.
BV: ¿Qué era lo peor de formar esas listas de jugadores?
NC: La parte que menos me gustaba era dejar a alguien fuera de la selección porque siempre hay un grado de injusticia, seguramente. Por eso, la decisión debe ser consensuada entre el equipo y la Federación.
BV: En cuanto al proceso de selección de entrenadores, ¿qué criterios se siguen?
NC: Hay que entender que es un puesto de confianza y esa parte es indispensable. Valoramos la trayectoria, la forma de dirigir en sus clubes y la forma de dirigirse a sus jugadoras y jugadores. Es evidente que tiene que tener competencias para llevar a un equipo en un campeonato, pero tiene que haber un feeling, una confianza, algo que te identifique con esa persona, que tú creas que tiene algo y que se acerque a la idea que yo quiero proyectar como director deportivo. No es fácil, está claro, pero no se valora sólo el mérito.
BV: ¿Como ha afectado al baloncesto regional que no haya habido concentraciones hasta ahora y que no haya habido Campeonatos de España el año pasado?
NC: Ha sido una faena. Por ejemplo, la generación de minibasket del año pasado, que teníamos un equipo fuerte, no ha podido ir a campeonato. Para la generación cadete es un hándicap mayor porque les quitas una experiencia competitiva extraordinaria, lo cual le da un crecimiento al jugador muy importante. Es algo que lo van a sufrir todas las generaciones de España y yo pienso en los míos y es algo negativo que se pierdan eso.
A nivel general, las horas de entrenamiento de estas generaciones se han visto muy dañadas y es algo que pagarán, no se cuánto, pero supondrá un pequeño descenso temporal de lo que es el baloncesto actual.
BV: Hablando de la selección española absoluta, ¿qué tiene esta selección que, aunque falten las primeras espadas, siempre acaba compitiendo y rindiendo al máximo nivel?
NC: Yo creo que la clave es el método. En el último oro mundial no ha habido ningún jugador de la generación del 80 pero los que han ido están ya instalados y consagrados. Además, se han ido sumando jóvenes muy talentosos que no bajan el nivel y que aportan nuevas energías. Si a todo eso sumamos que el cuerpo técnico tiene a un referente mundial como Sergio Scariolo pues tenemos una mezcla perfecta que da posibilidades muy altas de alcanzar el éxito.
BV: ¿Y ahora qué? ¿Qué es de Nacho Coque en la actualidad?
NC: Pues sigo siendo el coordinador de todos los preparadores físicos de la Federación Española. Me hace mantenerme vivo como preparador y me permite ver a mis colegas para seguir aprendiendo. A nivel de formación, tengo un par de proyectos. Además, estoy haciendo un curso, de los mejores de España, de valoración y readaptación de lesiones. Siempre que se cierra una puerta se abren otras y, para mí, es muy importante contar con proyectos ilusionantes.