El deporte no profesional y, más concretamente el baloncesto, permanece en un limbo del cual parece difícil salir si la Junta de Castilla y León no da un paso al frente y toma las riendas de la situación. Porque ha vuelto a pasar una semana y la administración autonómica ha desoído las instancias de federaciones y clubes para continuar con el inmovilismo que está caracterizando a la Dirección General de Deportes. Porque la Junta no se decide y el deporte sigue en coma, con cada vez menos opciones de tener un curso mínimamente adecuado.
En esta ocasión ha sido la AFEDECYL la que ha levantado la voz, con las federaciones deportivas agrupadas en torno a esta asociación. Porque no es sólo que en Castilla y León el deporte no profesional esté parado, es que en el resto de comunidades ya se ha aplicado el protocolo del CSD y estas cometiciones amateur y de ámbito autonómico ya tienen una normativa reglada. Según la AFEDECYL, «de todo el estado español, solo en Castilla y León los equipos inscritos en categoría nacional no pueden entrenar con normalidad, algo que tendrá una incidencia decisiva en el desarrollo de la competición puesto que los equipos de Castilla y León afrontarán esta temporada en clara desventaja. Nos consta que muchos clubes se sienten totalmente desamparados por su Administración autonómica, a la que identifican como clara responsable de echar por tierra trabajo, esfuerzo y presupuestos, nada despreciables, que conllevan la participación en competición estatal».
En la nota distribuida a los medios por parte de la asociación de federaciones territoriales se habla de «desidia» por parte de una Dirección General de Deportes «que lleva tiempo a la deriva, sin ningún tipo de influencia ni liderazgo sobre su propia consejería (Cultura y Turismo)». Sin lugar a dudas estamos ante un monento crítico que debe ser atajado con urgencia, decisión y coherencia para evitar, en la medida de lo posible, daños estructurales graves o irreversibles en el deporte castellano y leonés. Porque lo cierto es que la Junta no se decide y el deporte sigue en coma. En las manos de la administración regional está que todo esto no sea sino un mal sueño.
El deporte no profesional y, más concretamente el baloncesto, permanece en un limbo del cual parece difícil salir si la Junta de Castilla y León no da un paso al frente y toma las riendas de la situación. Porque ha vuelto a pasar una semana y la administración autonómica ha desoído las instancias de federaciones y clubes para continuar con el inmovilismo que está caracterizando a la Dirección General de Deportes. Porque la Junta no se decide y el deporte sigue en coma, con cada vez menos opciones de tener un curso mínimamente adecuado.
En esta ocasión ha sido la AFEDECYL la que ha levantado la voz, con las federaciones deportivas agrupadas en torno a esta asociación. Porque no es sólo que en Castilla y León el deporte no profesional esté parado, es que en el resto de comunidades ya se ha aplicado el protocolo del CSD y estas cometiciones amateur y de ámbito autonómico ya tienen una normativa reglada. Según la AFEDECYL, «de todo el estado español, solo en Castilla y León los equipos inscritos en categoría nacional no pueden entrenar con normalidad, algo que tendrá una incidencia decisiva en el desarrollo de la competición puesto que los equipos de Castilla y León afrontarán esta temporada en clara desventaja. Nos consta que muchos clubes se sienten totalmente desamparados por su Administración autonómica, a la que identifican como clara responsable de echar por tierra trabajo, esfuerzo y presupuestos, nada despreciables, que conllevan la participación en competición estatal».
En la nota distribuida a los medios por parte de la asociación de federaciones territoriales se habla de «desidia» por parte de una Dirección General de Deportes «que lleva tiempo a la deriva, sin ningún tipo de influencia ni liderazgo sobre su propia consejería (Cultura y Turismo)». Sin lugar a dudas estamos ante un monento crítico que debe ser atajado con urgencia, decisión y coherencia para evitar, en la medida de lo posible, daños estructurales graves o irreversibles en el deporte castellano y leonés. Porque lo cierto es que la Junta no se decide y el deporte sigue en coma. En las manos de la administración regional está que todo esto no sea sino un mal sueño.