Cada vez quedan menos jugadores que puedan decir que experimentaron en sus carnes la última época de alto nivel que ha vivido la ciudad de Valladolid. Nos tenemos que ir a 2011, cuando el CB Valladolid de Porfi Fisac se clasificó para la Copa del Rey como cabeza de serie; o un par de años más tarde, con el conjunto dirigido por Roberto González y liderado por Nacho Martín que tan buen baloncesto desplegó en la que ha sido la penúltima temporada de un equipo pucelano en ACB. En el informe de hoy hablaremos de los últimos reductos de una época gloriosa que ya es pasado y que, esperemos, sea futuro muy pronto.
De esa época quedan apenas algun jugador aislado, como el propio Nacho, en el Real Valladolid Baloncesto, o Alex Renfroe, que ahora milita en el San Pablo Burgos. Otro de ellos es Othello Hunter, jugador norteamericano que será el protagonista de este informe, junto al idolatrado Fernando San Emeterio, por ser los únicos jugadores con pasado vallisoletano en la Euroliga que vuelve a la competición este misma semana. Como ya sabemos, San Emeterio jugó en Valladolid desde el año 2001 hasta el 2006, mientras que Hunter lo hizo en la campaña 2012-2013, el último gran año de baloncesto en Valladolid.
Arrancando con el producto nacional, la carrera de San Emeterio en Euroliga comienza en 2008, cuando ficha por Baskonia. Ese es, de hecho, su peor año a nivel estadístico, tanto en números absolutos como en medias y porcentajes. Pero, en los seis años siguientes defendiendo la elástica vitoriana, Fernando se mantuvo en números más que decentes, superando los 10 puntos, 4 rebotes y casi tres asistencias, incrementando paulatinamente el acierto desde el triple, aspecto que el bravo escolta cántabro ha ido mejorando año a año. Tras un impas de dos campañas, regresa a la máxima competición europea de la mano de Valencia Basket, en 2017, donde sigue con muy buenos números, acumulando minutos y confirmando esa progresión en el tiro de tres que le ha convertido en una amenaza exterior real y a tener muy en cuenta.
En resumen, Fernando San Emeterio ha jugado nada más y nada menos que 187 partidos en Euroliga en los que ha promediado 9,4 puntos, 3,1 rebotes y 1,0 asistencias, llegando a un 53,9% en tiros de 2 y a casi un 40% en triples. Datos que hablan de un jugador polivalente, indispensable en cualquier equipo competitivo y que le han situado en la élite (quizás no en el estrellato) del baloncesto europeo.
Y en ese mismo nivel podemos encuadrar a Othello Hunter (actualmente en el Maccabi de Tel Aviv), jugador de equipo, campeón de la Euroliga con CSKA de Moscú en 2019 y varios títulos de liga en Israel, en España con el Real Madrid o en Grecia. En Europa, el pívot de la universidad de Ohio State ha destacado por su labor defensiva y reboteadora, además de por su flexibilidad en ataque, donde su juego de pick and roll le ha dado muchos réditos, especialmente cuando ha estado con buenos manejadores de balón, como Sergio Rodríguez o Nando de Colo. Sus medias son las de un pívot suplente cumplidor que aporta eneregía y minutos de calidad desde el banquillo: 8,3 puntos y 5,2 rebotes con un excelente 60% en tiros de dos en 189 partidos disputados.
Pero vayamos a su etapa en Valladolid. Othello Hunter llega, junto a Alex Renfroe y Nezdad Sinanovic, apenas dos días antes del debut liguero en el Palau Blaugrana. Ese partido, de sobra conocido por los aficionados, encumbra a Sinanovic y reviente las apuestas con el triunfo del equipo dirigido por Roberto González. A partir de entonces, pese a la presencia del gigante bosnio, Hunter fue haciéndose con el puesto de titular en la posición de pívot. De hecho, generó una química con Nacho Martín que dio muy buenos réditos al entonces denominado Blancos de Rueda Valladolid. «Era un pívot muy móvil. Con él jugabas fácil porque leía muy bien los espacios y se movía rápido», recuerda Nacho, quien también destaca que «tenía buen tiro de media distancia, incluso se animaba a tirar algún triple». Como puntos fuertes, el vallisoletano lo tiene claro: «Las continuaciones después del bloqueo y acabar con fuerza», sentencia. Sus números en 19 partidos son estos: 13,3 puntos, 6,8 rebotes, 1,2 asistencias, 1,1 tapones, 52% en tiros de 2 y 40% en tiros de tres en 27 minutos de juego.
Pero de Hunter quedó, injustamente, el plante en el partido en casa ante Unicaja. Esta protesta la realizó el americano debido a los constantes impagos del club. De hecho, esa semana fue Alex Renfroe quien fichó por el Brose Bamberg alemán y dejó al conjunto de Roberto cojo y sin sus dos referencias estadounidenses. Señalamos lo injusto de la imagen que se percibe de Hunter porque lo único que hizo el jugador fue reclamar lo que era suyo. Evidentemente no conocía la situación (lo que no le otorga ningún tipo de culpa) que se vivía en un club que ya empezaba a boquear su último aliento y de la que sí estaban al tanto otros jugadores como el propio Nacho, Montañez o Grimau, también los últimos reductos de una época gloriosa. De hecho, todos los que han tenido contacto con el jugador hablan maravillas de él. El propio Roberto González lo ha definido como «un extraordinario profesional, con muchísima calidad y unas cualidades físicas muy buenas. La pena es que no pudo estar toda la temporada por el tema de impagos pero su paso por aquí dejó muy buen recuerdo». Su compañero de pintura, Nacho Martín, sigue la misma línea de su entonces entrenador: «Lo principal es que era muy buen compañero, buena persona, simpático y agradable», recuerda el hoy jugador del Real Valladolid de Baloncesto quien, además, echa la vista atrás y reconoce que «guardo muy buen recuerdo de él».
En definitiva, tanto Othello Hunter como Fernando San Emeterio, cada uno en su época, tuvieron un papel destacado en la historia del extinto CB Valladolid y, por ende, en la historia del baloncesto de la ciudad. Ahora son los únicos representantes en la Euroliga de un bonito pasado, los últimos reductos de una época gloriosa. Como curiosidad, para finalizar, en esta temporada habrá más del Destino Palencia que del RV Baloncesto: Steve Vasturia (Zalgiris), Jaime Pradilla (Valencia Basket) y Nikola Mirotic (FC Barcelona).