En la tarde del lunes, para empezar la semana con noticias frescas, se hizo público que Mike Hansen deja la presidencia del Real Valladolid. A través de una escueta nota de prensa, la entidad morada comunicó que Hansen abandona su puesto como máximo responsable del cuadro pucelano de forma inmediata y que la próxima semana se dará a conocer el nuevo organigrama directivo y el «desarrollo ejecutivo de la temporada» que ya ha arrancado.
Después de seis años al frente del antiguo CBC Valladolid, Mike Hansen, también fundador de la entidad, ha desarrollado una labor como presidente marcada por la estabilidad y la seriedad en las cuentas. Con sus luces y sombras, lo cierto es que este periplo, especialmente a nivel profesional, ha sido muy positivo. Uno de los tragos más amargos fue, sin duda, la imposibilidad de ascender a ACB tras procalamarse campeones de la LEB Oro en 2020, cuando se produjo el parón por la pandemia. A pesar de eso, su apuesta por técnicos y jugadores de la casa y, sin duda, la fusión del club con el Real Valladolid, figuran como sus méritos más destacables.
Las razones que esgrime Hansen son de índole personal y, en una carta abierta a la afición, agradece públicamente a todos los estamentos y entidades que han apoyado al club desde su creación. Una frase destacable es la que hace referencia a la estabilidad del Real Valladolid como uno de sus objetivos clave: «a mi mujer y mis hijos les prometí que cuando el club estuviese fuerte, ágil, sano y con el engranaje adecuado para poder andar sin caerse, volvería a casa para seguir nuestra vida en familia».
Actualmente, Alejandro Pellitero se hará cargo del club de forma interina hasta que se presente la nueva composición de la Junta Directiva la próxima semana.