Aún en edad junior, Luna Lázaro se ha convertido en jugadora «profesional» durante los casi cinco segundos que estuvo en pista en el partido que su equipo, Celta Baloncesto, disputó frente a GDKO. Así, la ex jugadora del CB La Flecha y Ponce ya es otra vallisoletana más en LF-2, uniédose al cuarteto, ya asentado, que disputa la segunda división femenina española con asiduidad.
La jugadora vallisoletana, en su segundo año en Celta, ha vivido un momento único, inolvidable. Restaban apenas cinco segundos para llegar al descanso y, tras un tiempo muerto y posesión rival, Luna saltó al campo con la orden de «realizar una buena defensa e impedir que el equipo contrario anotara», según cuenta la protagonista. Y lo consiguió gracias a una mezcla perfecta de técnica defensiva y despliegue físico, características que ya se veían desde su época en La Flecha.
Pocos segundos antes, la entrenadora celtiña, Cristina Cantero, llamó a Luna para disputar esos segundos finales que, por cierto, compartió con la otra vallisoletana del equipo, Celia García. «Me hizo mucha ilusión salir al campo, ya que era un partido muy importante y ajustado. No me esperaba debutar, fue una mezcla entre ilusión y nervios. Mi intención era animar al equipo lo maximo posible y aprovechar la oportunidad si se diera el caso», comenta nuestra protagonista en la que fue su primera convocatoria con el primer equipo: «Me informó la entrenadora en el último entrenamiento», recuerda.
Tras el buen trabajo realizado, las compañeras felicitaron a Luna, aunque la técnica gallega no dejó pasar la oportunidad de seguir con el proceso de formación de la vallisoletana: «Me corrigió el hecho de haberme arriesgado a que me pitaran una falta en el último segundo por intentar robar el balón», reconoce la exterior pucelana.
Esta primera experiencia en LF-2 ha llegado después de que, tras pasar toda su vida deportiva en La Flecha y dos años en Ponce, Luna Lázaro decidiera emprender una nueva aventura en Galicia: «No fue una decisión fácil, se trataba de dejar mi vida en Valladolid, mi familia, amigos, el club en el que estaba, etc. Pero al final me convenció el vivir una nueva experiencia en la que poder crecer y aprender, quería aprovechar una oportunidad tan buena como esta». La vallisoletana se muestra contundente a la hora de explicar el porqué de esta gran oportunidad, ya que «en el tiempo que llevo aquí noto una gran progresión como jugadora gracias al trabajo y esfuerzo del día a día. Por eso he llegado donde estoy ahora mismo y la verdad es que estoy muy orgullosa».
El presente pinta celeste porque Luna está inmersa en la competición autonómica con su equipo junior y tiene entre ceja y ceja participar en el Campeonato de España de la categoría. Eso sí, de cara al futuro, mantiene abiertas todas las opciones posibles: «¿Volver a Valladolid? Nunca se sabe, es mi verdadero hogar pero no se si volveré. Siempre voy a tener el apoyo incondicional de mi familia y amigos, a los que echo de menos todos los días, pero sé que les voy a tener a mi lado esté donde esté», reconoce Luna Lázara, otra vallisoletana en LF-2 y una jugadora con un futuro brillante en el horizonte cercano.