Ya lo avisaba Chuchi Fernández en la previa, haciendo referencia al mal partido de ida ante Lioness en las semifinales del Grupo Norte: «Es fácil decir que hemos aprendido pero tenemos que demostrarlo». En aquella ocasión se pudo dar la vuelta a la desventaja de quince puntos que arrastraban las pucelanas. Ahora, con un défict de diecisiete puntosante BFL, Ponce se sitúa otra vez en el alambre y tendrá que tirar de la mayor de las remontadas para poder alcanzar la fase de ascenso a Liga Femenina-2.
Y eso que no pudieron comenzar mejor las cosas para las pucelanas. Un parcial de 2-9 culminado por Nerea Martínez hacía presagiar un escenario totalmente diferente al vivido hace dos semanas, también en León. Pero las cosas se igualaron y, gracias a un triple de la local Julia Martínez, BFL se colocó por delante al término del primer período. Antes del descanso la igualdad fue la nota dominante aunque las leonesas fueron cogiendo pequeñas ventajas, aunque nunca por encima de la decena. Ponce involucraba cada vez más a Alejandra de la Fuente y, junto a Miriam Manso, controlaba las dos zonas. Así y todo, Universidad de León ya marchaba por delante (33-25) al término de la primera mitad.
Tras el paso por vestuarios, Ponce no supo frenar el acierto desde el triple rival y, con cuatro lanzamientos convertidos, sufrió en sus carnes cómo la renta no hacía sino crecer. Los fallos en los tiros libres (Belén Gutiérrez erró hasta cinco de forma consecutiva) lastraban a las pucelanas y se llegaba al último período con una diferencia en el marcador muy importante (50-37). En los primeros minutos del cuarto parecía que Ponce, al menos, maquillaría el resultado. Pero las de Chuchi Fernández se dieron de bruces con la realidad y BFL jugó a sus anchas: concentraron sus esfuerzos en el rebote, maniataron cualquier opción ofensiva rival y sólo Gloria Izquierdo fue realmente peligrosa en el cuadro vallisoletano. Al final, el resultado de 66-49 se antoja casi irremontable aunque este equipo ha demostrado que hay que creer en él hasta el final. Ojalá otra tarde mágica en el polideportivo Ponce de León.
Ya lo avisaba Chuchi Fernández en la previa, haciendo referencia al mal partido de ida ante Lioness en las semifinales del Grupo Norte: «Es fácil decir que hemos aprendido pero tenemos que demostrarlo». En aquella ocasión se pudo dar la vuelta a la desventaja de quince puntos que arrastraban las pucelanas. Ahora, con un défict de diecisiete puntosante BFL, Ponce se sitúa otra vez en el alambre y tendrá que tirar de la mayor de las remontadas para poder alcanzar la fase de ascenso a Liga Femenina-2.
Y eso que no pudieron comenzar mejor las cosas para las pucelanas. Un parcial de 2-9 culminado por Nerea Martínez hacía presagiar un escenario totalmente diferente al vivido hace dos semanas, también en León. Pero las cosas se igualaron y, gracias a un triple de la local Julia Martínez, BFL se colocó por delante al término del primer período. Antes del descanso la igualdad fue la nota dominante aunque las leonesas fueron cogiendo pequeñas ventajas, aunque nunca por encima de la decena. Ponce involucraba cada vez más a Alejandra de la Fuente y, junto a Miriam Manso, controlaba las dos zonas. Así y todo, Universidad de León ya marchaba por delante (33-25) al término de la primera mitad.
Tras el paso por vestuarios, Ponce no supo frenar el acierto desde el triple rival y, con cuatro lanzamientos convertidos, sufrió en sus carnes cómo la renta no hacía sino crecer. Los fallos en los tiros libres (Belén Gutiérrez erró hasta cinco de forma consecutiva) lastraban a las pucelanas y se llegaba al último período con una diferencia en el marcador muy importante (50-37). En los primeros minutos del cuarto parecía que Ponce, al menos, maquillaría el resultado. Pero las de Chuchi Fernández se dieron de bruces con la realidad y BFL jugó a sus anchas: concentraron sus esfuerzos en el rebote, maniataron cualquier opción ofensiva rival y sólo Gloria Izquierdo fue realmente peligrosa en el cuadro vallisoletano. Al final, el resultado de 66-49 se antoja casi irremontable aunque este equipo ha demostrado que hay que creer en él hasta el final. Ojalá otra tarde mágica en el polideportivo Ponce de León.