1950. Año marcado en la historia del baloncesto vallisoletano por ser la primera vez que un jugador pucelano era convocado con la selección nacional absoluta. Porque José Lobón Sáez, nacido en Valladolid el 22 de febrero de 1931, no había cumplido todavía los 19 años cuando recibió la convocatoria del seleccionador español Anselmo López. Así comenzó la leyenda de Pepe Lobón el pionero.
La andadura de nuestro protagonista en el mundo del baloncesto arranca en 1945, en el Colegio San José, con cuyo equipo milita en Primera Categoría hasta 1948. Después ficha por el Halcón, donde permanecería dos temporadas, para, finalmente, ser la piedra angular del mítico Águilas de los años 50.
Fue un jugador muy arraigado a Valladolid, un enamorado de su ciudad natal. Siempre antepuso el jugar con sus amigos y sus estudios de Ciencias Químicas a las ofertas que le llegaron de los diferentes puntos de la Península, incluida una suculenta llamada de Raimundo Saporta para jugar en el Liceo Francés madrileño, paso previo para llegar al Real Madrid. Una vez acabados, sus estudios fueron los que le proporcionaron su gran oportunidad para compaginar el deporte con el trabajo. El lituano-americano, Michael Rutzgis, entrenador del Bazán de Ferrol, le ofreció un puesto químico en la empresa astillera a cambio de jugar para él. Oferta irrechazable. Pepe dejó su querido Águilas y se fue al equipo gallego, donde terminaría su vida deportiva.
Pepe Lobón el pionero fue internacional junior y universitario. También participó con la Selección de Castilla en un torneo internacional jugado en Barcelona, frente a la selección catalana y el Borletti de Milán. Pero con la selección absoluta ésta fue su primera y última convocatoria.
La llamada fue una gran sorpresa, ya que en esos años la selección era un coto cerrado en el que solían entrar solo jugadores catalanes y madrileños y, normalmente, equitativamente distribuidos para no acentuar las tensiones y envidias entre los equipos de ambas regiones. Así lo recuerda el propio protagonista en declaraciones al libro Historia del Baloncesto Vallisoletano, “Quedamos concentrados en el Hotel Asturias. Éramos doce jugadores y nos repartíamos en tres mesas: en una comían los cinco madrileños, en otra los cinco catalanes y en la tercera nos sentábamos el valenciano, Pérez Loriente, y yo con los dos encargados del material. Con la Selección Universitaria pasó algo parecido y yo fui elegido capitán porque los madrileños no aceptaban a los catalanes y viceversa”.
Nuestro protagonista estrenó internacionalidad absoluta el 3 de febrero de 1950, saltando a la cancha del madrileño Frontón de Fiesta Alegre junto a la flor y nata del baloncesto español de la época: Eduardo Kucharski, Alfredo Borrás, Guillermo Galíndez, Juan Dalmau, Ángel Lozano, etc. España ganó por un holgado 46-31 a la selección francesa, entrenada por el mítico Robert Busnel. Pero la fiesta particular de Pepe Lobón quedó descafeinada, ya que Anselmo López solamente utilizó a seis jugadores y el vallisoletano permaneció todo el encuentro esperando su oportunidad en el banquillo. “En aquel partido se movió poco el banco, porque el marcador fue siempre a favor de España, pero con un tanteo muy ajustado. Por los entrenamientos, creía que iba a jugar algunos minutos, pero no llegamos a salir Domingo Bárcenas, Andrés Oller, Juan Ferrando, Manuel Martín, Pérez Loriente y yo”, recordaba Pepe.
Fue un gran atleta con unas capacidades físicas indiscutibles (1,90m y 90 kilos) y unos conceptos técnicos muy desarrollados, llegando a practicar varios deportes. “Hice atletismo y estuve preseleccionado con el equipo nacional de balonmano, porque con el Águilas jugábamos balonmano a once”
Pepe Lobón el pionero fue toda una gloria del deporte local, el mejor jugador vallisoletano hasta la llegada del baloncesto moderno.