Los cuartos de final han sido el tope competitivo para San Isidro en esta temporada. Y no es poco, ya que ganaron en el partido de ida a BFL y tuvieron sus opciones en la vuelta ante un equipo leonés muy poderoso. Pero el resumen va más allá y esta campaña ha supuesto la primera etapa de un cambio de ciclo en la entidad aurinegra, una etapa que tendrá su continuación en la 21/22 con la misma tendencia que la actual.
Manu Izquierdo, máximo responsable deportivo de San Isidro y entrenador del conjunto de Primera Femenina, nos ha atendido para analizar lo que ha sido este año tan complicado para todo el mundo del baloncesto. A nivel particular, Izquierdo reconoce que “hemos cumplido bien teniendo en cuenta las expectativas que teníamos. Ha habido muchos cambios de plantilla, con gente más joven y menos veteranas con respecto a otras temporadas”. Pero no solo estas modificaciones han afectado a la composición de plantilla, sino al estilo de juego: “Era la otra gran duda porque era muy diferente a lo que veníamos jugando. Queríamos correr y tirar, con aspectos muy extremos, algo que hemos ido asumiendo con el paso de la temporada”, reconoce el técnico, que incluso tuvo que animar a sus jugadoras a resetear su enfoque: “Me preguntaban que cómo iban a seguir tirando si habían fallado tres consecutivas, pero nosotros les animábamos a ello”.
Ese estilo ha tenido su variación lógica conforme avanzaba la competición, derivando a un modelo con un mayor énfasis en la defensa: “Al final de año hemos mejorado mucho en ese aspecto. Sabíamos que, si jugábamos a muchas posesiones, nos iban a anotar más, por eso hemos tenido que ajustar la defensa”, algo que permitió a San Isidro competir y ganar partidos clave que aseguraron la cuarta plaza en la fase de grupos. Eso sí, algunos encuentros concretos han condicionado el puesto final y ha impedido que el conjunto pucelano lograra una posición mejor: “Hemos tenido muchos altibajos, con partidos irregulares y tropiezos como CDU o Astillero”, recuerda Manu Izquierdo. La liga, marcada por el COVID, ha sido objeto de críticas desde algunos sectores pero en San Isidro lo analizan en clave deportiva: “El primer grupo, con Ponce y USAL, nos condiciona mucho porque tenía mucho nivel. De hecho, tanto ellos como nosotros y CDU hemos llegado muy lejos. No se si con los equipos de Santander hubiera sido diferente pero el estilo que hemos implantado nos ha perjudicado con un grupo tan duro al principio”, explica Izquierdo, quien asegura que, “en una liga normal, hubiéramos tenido más victorias”.
En cuanto a sus jugadoras, el entrenador pone en valor a las suyas y ensalza el gran trabajo grupal que ha mostrado su equipo: “No ha destacado ninguna por encima del resto y eso es buenísimo, ya que no dependíamos exclusivamente de ninguna, todo ha estado muy repartido. Es cierto que Alicia (García) e Irene (Pérez) han tenido sus rachas pero han estado condicionadas por diversas circunstancias”, comenta el técnico aurinegro.
Con respecto a la última fase de la temporada, Manu Izquierdo ha huido de los paños calientes y ha reconocido que la Universidad de León BFL ha sido “mejor equipo, han estado muy sólidas en toda la eliminatoria”. De su equipo, el entrenador pucelano reconoce que, “sobre todo en la ida, los nervios nos han afectado”. Con ese regusto agridulce de la eliminación, en San Isidro tienen claro que la idea es “apostar por el núcleo de gente joven, ver qué van a hacer las veteranas e ir apostando por la gente de la cantera. Es decir, continuar con la gente joven y, como objetivo competitivo, meternos en playoffs”. Por ahora, la primera etapa de un cambio de ciclo ya se ha cumplido.