Pleno de triunfos en Primera Femenina dentro de los encuentros de cuartos de final de los playoffs de ascenso a LF-2. San Isidro saltó la banca ganando a Universidad de León BFL por un ajustado 49-47 que deja a las pucelanas en una buena posición para acceder a semifinales. Por su parte, Ponce tuvo que remontar y sufrió para ganar a Igualatorio Cantabria (54-60).
No cabe duda que FBL acudía al partido contra San Isidro como claro favorito. Sus quince victorias en liga regular, además de las dos de octavos, hacían de las leonesas uno de los conjuntos más fuertes de toda la competición. Pero las aurinegras minimizaron todo el potencial de su rival con una grandísima defensa, que dejó a BFL en sólo 47 tantos cuando venía promediando casi 70 por encuentro, además de un acierto ofensivo en momentos puntuales que resultó clave. Por ejemplo, el primer cuarto local fue un compendio perfecto de fluidez en ataque, acierto exterior (tres triples anotados) y aprovechamiento de recursos. Antes del descanso, en cambio, el cuadro leonés se entonó e igualó el encuentro. Muchos más fallos, especialmente desde el tiro libre, llevaron el juego a un descenso de calidad en la vanguardia. Y así se llegó al último cuarto, donde aparecieron las armas ofensivas de San Isidro, lideradas por las hermanas García y Patricia Casas, que acumularon nueve puntos entre todas y a las que algún fallo desde el tiro libre hizo que la renta final quedara sólo en una anotación (49-47). Las pucelanas dan un paso de gigante para estar en semifinales aunque no existe el más mínimo atisbo de relajación, ya que es de sobra conocido que Universidad de León tiene el potencial suficiente para dar la vuelta a la eliminatoria en el partido de vuelta.
El otro equipo en liza, Ponce Valladolid, sufrió más de lo esperado en su visita a Igualatorio. Con el doble duelo de liga regular muy reciente en el que las nuestras controlaron en todo momento a su rival, las cántabras sorprendieron a su contrincante con un inicio arrolador. El 33-19 con el que se llegó al descanso metía el miedo en el cuerpo a las azulonas, que tuvieron que emplearse a fondo en la segunda parte para poder remontar. El cambio mental tras el paso por vestuarios fue notorio y aumentó exponencialmente la agresividad de cara al aro. Prueba de ello fueron los once tiros libres que lanzó Ponce en este tercer período. Aún así, esta pequeña transformación no fue suficiente para voltear el electrónico y se llegó a los últimos diez minutos con una desventaja de ocho puntos. Y fue en ese momento cuando las pucelanas entraron en ebullición: parcial de 0-13 con una Yohanna Morton desatada (9 de esos 13 puntos llevaron su firma) que dejó KO a Igualatorio. Las cántabras no pudieron reponerse de semejante golpe y vieron como un triple de Noelia Pariente les ponía las cosas muy difíciles. Pese a todo, se acercaron a tres puntos (49-52) pero la veteranía y la tranquilidad de Miriam Manso y Belén Gutiérrez cerraon el duelo.
Pleno de triunfos en Primera Femenina dentro de los encuentros de cuartos de final de los playoffs de ascenso a LF-2. San Isidro saltó la banca ganando a Universidad de León BFL por un ajustado 49-47 que deja a las pucelanas en una buena posición para acceder a semifinales. Por su parte, Ponce tuvo que remontar y sufrió para ganar a Igualatorio Cantabria (54-60).
No cabe duda que FBL acudía al partido contra San Isidro como claro favorito. Sus quince victorias en liga regular, además de las dos de octavos, hacían de las leonesas uno de los conjuntos más fuertes de toda la competición. Pero las aurinegras minimizaron todo el potencial de su rival con una grandísima defensa, que dejó a BFL en sólo 47 tantos cuando venía promediando casi 70 por encuentro, además de un acierto ofensivo en momentos puntuales que resultó clave. Por ejemplo, el primer cuarto local fue un compendio perfecto de fluidez en ataque, acierto exterior (tres triples anotados) y aprovechamiento de recursos. Antes del descanso, en cambio, el cuadro leonés se entonó e igualó el encuentro. Muchos más fallos, especialmente desde el tiro libre, llevaron el juego a un descenso de calidad en la vanguardia. Y así se llegó al último cuarto, donde aparecieron las armas ofensivas de San Isidro, lideradas por las hermanas García y Patricia Casas, que acumularon nueve puntos entre todas y a las que algún fallo desde el tiro libre hizo que la renta final quedara sólo en una anotación (49-47). Las pucelanas dan un paso de gigante para estar en semifinales aunque no existe el más mínimo atisbo de relajación, ya que es de sobra conocido que Universidad de León tiene el potencial suficiente para dar la vuelta a la eliminatoria en el partido de vuelta.
El otro equipo en liza, Ponce Valladolid, sufrió más de lo esperado en su visita a Igualatorio. Con el doble duelo de liga regular muy reciente en el que las nuestras controlaron en todo momento a su rival, las cántabras sorprendieron a su contrincante con un inicio arrolador. El 33-19 con el que se llegó al descanso metía el miedo en el cuerpo a las azulonas, que tuvieron que emplearse a fondo en la segunda parte para poder remontar. El cambio mental tras el paso por vestuarios fue notorio y aumentó exponencialmente la agresividad de cara al aro. Prueba de ello fueron los once tiros libres que lanzó Ponce en este tercer período. Aún así, esta pequeña transformación no fue suficiente para voltear el electrónico y se llegó a los últimos diez minutos con una desventaja de ocho puntos. Y fue en ese momento cuando las pucelanas entraron en ebullición: parcial de 0-13 con una Yohanna Morton desatada (9 de esos 13 puntos llevaron su firma) que dejó KO a Igualatorio. Las cántabras no pudieron reponerse de semejante golpe y vieron como un triple de Noelia Pariente les ponía las cosas muy difíciles. Pese a todo, se acercaron a tres puntos (49-52) pero la veteranía y la tranquilidad de Miriam Manso y Belén Gutiérrez cerraon el duelo.