Aun lamiendose las heridas por la derrota sufrida, San Isidro trabaja el rebote como objetivo principal de cara al choque que les medirá a la Universidad de Salamanca este próximo sábado a las 20h. Las vallisoletanas, que no han tenido una preparación normal, como el resto de los partidos, acusó los desajustes defensivos propios de un inicio de temporada, especialmente a la hora de cerrar el rebote defensivo.
Entrando en materia, y utilizando el análisis del partido para preparar el siguiente, desde el banquillo de San Isidro se apunta a los rechaces en canasta propia como una de las claves que pueden explicar la derrota: «El rebote nos mató, les concedimos demasiados en ataque y esos son muchos puntos en segundas oportunidades», explicaba Manu Izquierdo, preparador pucelano. Poniendo números a esas sensaciones, fueron 28 las capturas ofensivas de la Universidad de Salamanca, un número extraordinariamente alto y que fue demasiado para San Isidro. «Pese a ello, creo que podemos sacar conclusiones muy positivas del partido, como la capacidad de reacción estando catorce puntos por abajo en el último cuarto», destaca el entrenador aurinegro.
De cara al duelo del sábado, Izquierdo intentará que se mantenga la dinámica defensiva exterior, gracias a la cual pudieron controlar el caudal anotador de Eva Oliva y Cristina Lázaro, grandes estrellas del equipo charro. Para ello, y también a nivel ofensivo, no saben si podrán contar con Lucía García, la joven escolta que no pudo acabar el partido cuando sumaba ya 18 puntos por culpa de una lesión en el hombro. El resto de la escuadra vallisoletana está a punto
Aprovechando este primer partido, hemos extraido algo de estadística avanzada que nos permite apoyar las sensaciones que percibimos al verlo en directo. A nivel de eficiencia, la Universidad de Salamanca tuvo un ratio de 1,15 puntos por posesión, dato excelso y que contrasta mucho con el 0,94 que tuvo San Isidro, quien sólo se acercó a su rival en lo referente a la efectividad en tiros de campo. Porque, si desgranamos este dato, las salmantinas se fueron a un 0,94 de eficacia en tiros de dos, que supone casi un punto por cada tiro intentado, clave que explica el acierto cerca de canasta de las visitantes.
Por último, en rebotes la sangría es muy dolorosa. La Universidad de Salamanca capturó el 47% de rebotes ofensivos, estadística esclarecedora, vital para entender el dominio bajo los aros de las de rojo. Estos pequeños apuntes son meras confirmaciones de lo expuesto anteriormente y el equipo de Valladolid lo sabe. De hecho, como se ha dicho, San Isidro trabaja el rebote precisamente porque sabe que igualar esa batalla, y teniendo en cuanto lo que se empezó a vislumbrar en ataque, puede suponer volver de Salamanca con el primer triunfo del curso.