No terminan de salir las cosas como todos quisiéramos en la Liga EBA, una competición durísima y que ha subido mucho el nivel con respecto a otros años, algo que están notando, y de qué manera, los representantes vallisoletanos en este inicio. El pasado sábado, de nuevo, pleno de derrotas para UEMC Real Valladolid y Universidad de Valladolid, con lo que sigue la mala racha para los nuestros.
El partido que estuvo más ajustado, al menos en lo que se refiere al marcador final, fue el que enfrentó en Burgos a los dos filiales de la categoría. Como viene siendo habitual, los de David Enciso entraron bien al partido, con acierto en hombres importantes y aprovechando los fallos locales en el tiro. Buenos primeros minutos del recuperado Juan Sáez, que formó una dupla muy dinámica con David Díez para dar las primeras ventajas visitantes (11-14 tras triple de Sáez). Pero las rotaciones no lograron mantener el nivel de intensidad del primer tramo y sólo algunos errores burgaleses impedían que la ventaja se estirara aún más. Ante de llegar al segundo período, el UEMC Real Valladolid tiró de casta y, con dos canastas casi seguidas, logró maquillar el electrónico, aunque los siete puntos de renta de Nissan Grupo Santiago resultaron, a la postre, decisivos.
El segundo y el tercer cuarto tuvieron de todo: mucha igualdad, parciales favorables a ambos equipos y acciones espectaculares. Tan bonito fue que, en apenas dos minutos, los de David Enciso casi dieron la vuelta al resultado y se pusieron a dos puntos gracias a una canasta de Nacho García, algo que volvieron a conseguir más adelante con una conversión de Juan Sáez tras conseguir su propio rebote ofensivo. Sin duda, la entrega y la lucha de las jóvenes perlas moradas estaba dejando un partido con emoción y con muchas cosas positivas de cara a ese proceso formativo en el que tanto incide Enciso. Lamentablemente, el tercer cuarto ya no pudo ser tan igualado. Con unn triple aquí, un rebote ofensivo allí y algún robo decisivo, los burgaleses fueron ampliando las distancias, que superaron la decena en este período, minando la moral visitante y haciendo imposibles los esfuerzos hasta el final del choque.
Por su parte, la Universidad de Valladolid cayó derrotada con amplitud frente a CB Tormes. Sólo en el primer cuarto los de Domingo Cano disfrutaron de alguna ventaja en el electrónico, rápidamente contrarrestada por los salmantinos, que supieron imponer su altísimo nivel físico durante todo el choque. El camerunés Joakim Yengue fue una pesadilla para los pucelanos a lo largo de los cuarenta minutos gracias a su explosividad y capacidades atléticas, lo que le permitió dominar ambas pinturas desde la anotación y desde el rebote. Eso sí, la línea exterior universitaria ofreció un nivel muy alto: Alejandro Pescador, uno de los mejores jugadores de este inicio de campaña, y Javier Burgoa, junto a Eduardo Herreros, lograron imponerse en varios tramos del partido a los bases charros. Pero la superioridad reboteadora visitante fue palpable y, pese a las veintiuna pérdidas, Tormes no vio peligrar la victoria en ningún momento.
Lamentablemente, los equipos vallisoletanos de Liga EBA están sufriendo los rigores de una competición a la que llegan cada vez mejores jugadores, extranjeros de un nivel físico muy superior y que dominan desde esa faceta. De hecho, tanto UEMC Real Valladolid como la UVa son de los pocos participantes que no cuentan con foráneo alguno en sus filas y sólo La Flecha, gracias a la cesión del argentino Merlo, se escapa por poco de esa cuestión. Toca pelear, confiar en la calidad de los tres entrenadores que dirigen los destinos de las escuadras pucelanas y, pese a que sigue la mala racha para los nuestros, continuar con el seguimiento de una liga que nos ofrece partidos de muchísima altura.
Universidad de Valladolid 69-90 Usal Tormes
Nissan Grupo Santiago 89-84 UEMC Real Valladolid Baloncesto