Poco se sabe de la planificación deportiva del Universidad de Valladolid masculino, ya que la crisis del coronavirus ha parado la actividad de muchas entidades, entre ellas la del conjunto dirigido por el experimentado Domingo Cano. En su enésima etapa al frente de los universitarios, el técnico vallisoletano tiene ante sí un reto de mucho calado, ya que debe recuperar un flujo de resultados lo suficientemente cómodo como para no pasar los apuros que pasaron la campaña anterior y vivir una temporada sin agobios clasificatorios.
Porque los pucelanos, antes del parón obligado de marzo, ocupaban la décimo primera posición, dos triunfos por delante de los últimos dos clasificados. Eso sí, solo restaban seis jornadas para la finalización de la liga regular. Así y todo, un balance de siete victorias y trece derrotas se antoja muy pobre y no puede asegurar una campaña tranquila para el cuadro universitario. Lo mejor, sin duda, la doble victoria ante Porriño, que marchaba cuarto antes del parón, o el buen nivel mostrado frente a algunos de los cocos del grupo.
En el capítulo individual, mantener a jugadores clave será la labor principal en las oficinas de Fuente La Mora. Javier Martínez y Alejandro Pescador fueron los máximos anotadores e Ignacio Sierra fue un coloso en la zona, sumando puntos y rebotes como un auténtico titán. Por su parte, la veteranía y experiencia de Pedro González se hizo notar y fue adquiriendo importancia conforme avanzaba la competición. Contando con la continuidad de todo el equipo, Domingo Cano ha incorporado a dos jugadores jóvenes de mucho nivel, como son Fernando Cagigas, procedente del Real Valladolid Baloncesto, y David Segura, que llega a orillas del Pisuerga desde el San Pablo Burgos.
En una competición marcada por las dudas y la dificultad de armar sesiones de entrenamientos de calidad, el entrenador universitario ha destacado que el inicio lo viven «con incertidumbre por muchos motivos: fecha de comienzo, forma de entrenar, protocolos, situación pandémica, etc». Esperemos que los pucelanos, que arrancan en casa contra el poderoso Ávila Auténtica El Bulevar, solventen estas vicisitudes y puedan demostrar que pueden vivir una temporada sin agobios clasificatorios.
Poco se sabe de la planificación deportiva del Universidad de Valladolid masculino, ya que la crisis del coronavirus ha parado la actividad de muchas entidades, entre ellas la del conjunto dirigido por el experimentado Domingo Cano. En su enésima etapa al frente de los universitarios, el técnico vallisoletano tiene ante sí un reto de mucho calado, ya que debe recuperar un flujo de resultados lo suficientemente cómodo como para no pasar los apuros que pasaron la campaña anterior y vivir una temporada sin agobios clasificatorios.
Porque los pucelanos, antes del parón obligado de marzo, ocupaban la décimo primera posición, dos triunfos por delante de los últimos dos clasificados. Eso sí, solo restaban seis jornadas para la finalización de la liga regular. Así y todo, un balance de siete victorias y trece derrotas se antoja muy pobre y no puede asegurar una campaña tranquila para el cuadro universitario. Lo mejor, sin duda, la doble victoria ante Porriño, que marchaba cuarto antes del parón, o el buen nivel mostrado frente a algunos de los cocos del grupo.
En el capítulo individual, mantener a jugadores clave será la labor principal en las oficinas de Fuente La Mora. Javier Martínez y Alejandro Pescador fueron los máximos anotadores e Ignacio Sierra fue un coloso en la zona, sumando puntos y rebotes como un auténtico titán. Por su parte, la veteranía y experiencia de Pedro González se hizo notar y fue adquiriendo importancia conforme avanzaba la competición. Contando con la continuidad de todo el equipo, Domingo Cano ha incorporado a dos jugadores jóvenes de mucho nivel, como son Fernando Cagigas, procedente del Real Valladolid Baloncesto, y David Segura, que llega a orillas del Pisuerga desde el San Pablo Burgos.
En una competición marcada por las dudas y la dificultad de armar sesiones de entrenamientos de calidad, el entrenador universitario ha destacado que el inicio lo viven «con incertidumbre por muchos motivos: fecha de comienzo, forma de entrenar, protocolos, situación pandémica, etc». Esperemos que los pucelanos, que arrancan en casa contra el poderoso Ávila Auténtica El Bulevar, solventen estas vicisitudes y puedan demostrar que pueden vivir una temporada sin agobios clasificatorios.