Ya desde hace años, la disciplina del 3×3 está subiendo como la espuma, con clubes de élite creando secciones dentro de su estructura dedicadas exclusivamente a esta nueva modalidad. Casis como Girona o Valencia Basket, además, han postado claramente por el producto vallisoletano para poner en marcha el 3×3. El nivel de los nuestros ha hecho que este sea un verano cargado de buenas noticias y, a falta de unas semanas para el final de la temporada, aún quedan algunas más por venir.
En el capítulo femenino, la importancia de Valladolid es capital, ya que el equipo de Valencia Basket cuenta con hasta cuatro jugadoras pucelanas en sus filas: Celia García, Cecilia Aldecoa, Clara Rodríguez y Noelia Pariente, a las que hay que añadir a Lorena Segura y Claudia Contell. Ellas han sido las campeonas del último torneo del circuito, el Open 3×3 de L´Alquería, y acumulan presencia en prácticamente todos los eventos de esta modalidad disputados a lo largo del verano. La apuesta taronja por el 3×3 es clara y las nuestras están demostrando por qué Valladolid es una potencia nacional.
Los chicos, por su parte, han tenido un verano de más a menos y, tanto Nacho Martín como Sergio de la Fuente, enrolados en las filas de Basquet Girona, han perdido algo de fuelle. Aun así, arrancaron la temporada como motos y, de la mano de otros viejos conocidos como Sergi Pino o Alex Llorca, han sido los auténticos cocos del circuito. Pero la participación masculina pucelana no acaba aquí y hemos podido ver por las canchas españolas a Álvaro Calvo y Axel Castillo, con su equipo 3x3Pitius, alzarse con la victoria en Zaragoza, por ejemplo, además de tomar parte en prácticamente todos los torneos del circuito Herbalife. Finalmente, este verano hemos visto como el equipo vallisoletano de Aldeamayor ha lanzado su sección 3×3 y han podido viajar por toda España disputando torneos y dejando una gran imagen. Otra muesca más en el crecimiento del club aldeamayorense, que no para de dar pasos hacia adelante.
No cabe duda que el 3×3 ha llegado para quedarse. El empuje que ha tenido con su inclusión en los Juegos Olímpicos no hace sino pensar que esta modalidad seguirá creciendo y más clubes apostarán decididamente por ello. Y Valladolid seguirá ahí para continuar aportando jugadores y jugadoras a su estructura.