La División de Honor del baloncesto adaptado ya hizo su particular paso por el ecuador y lo hizo con el Fundación Aliados navegando a velocidad de crucero, arrancando el segundo acto de la temporada entonando el do de pecho ante Las Rozas; un equipo que quedó noqueado tras un brillante primer cuarto local y que supuso la vuelta a la senda de la victoria.
El equipo de José Antonio de Castro levantó un fortín en defensa y cedió los galones anotadores a Maxi Ruggeri y Adrián Pérez, un séptimo de caballería que cuando hizo sonar sus cornetas ya estaba asolando el fuerte de su rival. Las Rozas quedó pronto sometido. Apenas logró sacar jugo a sus puntos fuertes y recibió un duro castigo que hacía ya difícil que los puntos escaparan del Pilar Fernández Valderrama cuando aún quedaban tres cuartos por delante.
Los 14 puntos de ventaja a favor del Fundación Aliados (21-7) fueron una losa muy pesada a las espaldas de los jugadores de Abraham Carrión. Sin embargo, los madrileños no tiraron la toalla. Demostraron sobre el parqué tener mimbres para salir de la zona angosta de la tabla. Tras conseguir un sobresaliente en el primero de los exámenes que componen un partido de baloncesto, los alumnos de De Castro pecaron de relajación. Las Rozas intentó apretar las tuercas a los locales de la experimentada mano de Muiño y Cantero. No fue suficiente para devolver al partido a sus constantes vitales. Es más, la renta se disparó hasta los 18 puntos cuando el descanso llamaba a la puerta.
Ese tiro de aviso que disparó Las Rozas en el arranque del segundo cuarto hizo que el Fundación Aliados activara los sensores de alerta. Los vallisoletanos controlaron todas las facetas del juego con solvencia y el escenario dejó paso a algunos ‘actores secundarios’ que pudieron sumar horas de vuelo ante lo relajante que se había dibujado el paisaje en el Pilar Fernández Valderrama (61-33 antes de comenzar el último cuarto). Álvaro López y Óscar Domínguez disfrutaron de su dosis de protagonismo en una obra en la que Las Rozas intentó sin éxito boicotear el monólogo morado, que firmó su punto y final con el 75-53 con el que el Fundación Aliados sumó su séptima victoria del curso y la primera en la segunda vuelta.